74:1 ¶ Masquil de Asaf. ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué ha humeado tu furor contra las ovejas de tu prado? 74:2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado. 74:3 Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a todo enemigo que ha hecho mal en el santuario. 74:4 Tus enemigos han bramado en medio de tus asambleas; han puesto sus propias banderas por señas. 74:5 Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera espesa para el edificio del santuario . 74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la tierra el tabernáculo de tu Nombre. 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:2 Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado. 74:3 Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a todo enemigo que ha hecho mal en el santuario. 74:4 Tus enemigos han bramado en medio de tus asambleas; han puesto sus propias banderas por señas. 74:5 Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera espesa para el edificio del santuario . 74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la tierra el tabernáculo de tu Nombre. 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:3 Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a todo enemigo que ha hecho mal en el santuario. 74:4 Tus enemigos han bramado en medio de tus asambleas; han puesto sus propias banderas por señas. 74:5 Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera espesa para el edificio del santuario . 74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la tierra el tabernáculo de tu Nombre. 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:4 Tus enemigos han bramado en medio de tus asambleas; han puesto sus propias banderas por señas. 74:5 Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera espesa para el edificio del santuario . 74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la tierra el tabernáculo de tu Nombre. 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:5 Nombrado era, como si lo llevara al cielo, el que metía las hachas en el monte de la madera espesa para el edificio del santuario . 74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la tierra el tabernáculo de tu Nombre. 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:6 Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras. 74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la tierra el tabernáculo de tu Nombre. 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:7 Han puesto a fuego tus santuarios, han ensuciado en la tierra el tabernáculo de tu Nombre. 74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; quemaron todos los lugares de ayuntamiento del pueblo de Dios en la tierra. 74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:9 No vemos ya nuestras banderas propias ; no hay más profeta; ni hay con nosotros quien sepa. ¿Hasta cuándo? 74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu Nombre? 74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:11 ¿Por qué retraes tu mano, y tu diestra? ¿Por qué la escondes dentro de tu seno? 74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:12 ¶ Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra. 74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:13 Tú hendiste el mar con tu fortaleza; quebrantaste las cabezas de los dragones en las aguas. 74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:14 Tú magullaste las cabezas del leviatán; lo diste por comida al pueblo de los desiertos. 74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:15 Tú abriste fuente y río; tú secaste ríos impetuosos. 74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:16 Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol. 74:17 Tú estableciste todos los términos de la tierra; el verano y el invierno tú los formaste. 74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
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74:18 ¶ Acuérdate de esto: que el enemigo ha dicho afrentas al SEÑOR, y que el pueblo loco ha blasfemado tu Nombre. 74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:19 No entregues a las bestias el alma de tu tórtola; y no olvides para siempre la congregación de tus pobres. 74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:20 Mira al pacto; porque las tenebrosidades de la tierra llenas están de habitaciones de violencia. 74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:21 No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre. 74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa; acuérdate de cómo el loco te injuria cada día. 74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
74:23 No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.
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