6:1 Y RESPONDIO Job y dijo: 6:2 ¡Oh si pesasen al justo mi queja y mi tormento, Y se alzasen igualmente en balanza! 6:3 Porque pesaría aquél más que la arena del mar: Y por tanto mis palabras son cortadas. 6:4 Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten. 6:5 ¿Acaso gime el asno montés junto á la hierba? ¿Muge el buey junto á su pasto? 6:6 ¿Comeráse lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? 6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida. 6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:2 ¡Oh si pesasen al justo mi queja y mi tormento, Y se alzasen igualmente en balanza! 6:3 Porque pesaría aquél más que la arena del mar: Y por tanto mis palabras son cortadas. 6:4 Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten. 6:5 ¿Acaso gime el asno montés junto á la hierba? ¿Muge el buey junto á su pasto? 6:6 ¿Comeráse lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? 6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida. 6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:3 Porque pesaría aquél más que la arena del mar: Y por tanto mis palabras son cortadas. 6:4 Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten. 6:5 ¿Acaso gime el asno montés junto á la hierba? ¿Muge el buey junto á su pasto? 6:6 ¿Comeráse lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? 6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida. 6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:4 Porque las saetas del Todopoderoso están en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Y terrores de Dios me combaten. 6:5 ¿Acaso gime el asno montés junto á la hierba? ¿Muge el buey junto á su pasto? 6:6 ¿Comeráse lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? 6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida. 6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:5 ¿Acaso gime el asno montés junto á la hierba? ¿Muge el buey junto á su pasto? 6:6 ¿Comeráse lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? 6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida. 6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:6 ¿Comeráse lo desabrido sin sal? ¿O habrá gusto en la clara del huevo? 6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida. 6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:7 Las cosas que mi alma no quería tocar, Por los dolores son mi comida. 6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:8 ¡Quién me diera que viniese mi petición, Y que Dios me otorgase lo que espero; 6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:9 Y que pluguiera á Dios quebrantarme; Que soltara su mano, y me deshiciera! 6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:10 Y sería aún mi consuelo, Si me asaltase con dolor sin dar más tregua, Que yo no he escondido las palabras del Santo. 6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:11 ¿Cuál es mi fortaleza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para dilatar mi vida? 6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:12 ¿Es mi fortaleza la de las piedras? ¿O mi carne, es de acero? 6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:13 ¿No me ayudo cuanto puedo, Y el poder me falta del todo? 6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:14 El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente. 6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:15 Mis hermanos han mentido cual arroyo: Pasáronse como corrientes impetuosas, 6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:16 Que están escondidas por la helada, Y encubiertas con nieve; 6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:17 Que al tiempo del calor son deshechas, Y en calentándose, desaparecen de su lugar; 6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:18 Apártanse de la senda de su rumbo, Van menguando y piérdense. 6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:19 Miraron los caminantes de Temán, Los caminantes de Saba esperaron en ellas: 6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:20 Mas fueron avergonzados por su esperanza; Porque vinieron hasta ellas, y halláronse confusos. 6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:21 Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis. 6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:22 ¿Os he dicho yo: Traedme, Y pagad por mí de vuestra hacienda; 6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:23 Y libradme de la mano del opresor, Y redimidme del poder de los violentos? 6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:24 Enseñadme, y yo callaré: Y hacedme entender en qué he errado. 6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:25 ¡Cuán fuertes son las palabras de rectitud! Mas ¿qué reprende el que reprende de vosotros? 6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:26 ¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento? 6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:27 También os arrojáis sobre el huérfano, Y hacéis hoyo delante de vuestro amigo. 6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:28 Ahora pues, si queréis, mirad en mí, Y ved si miento delante de vosotros. 6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:29 Tornad ahora, y no haya iniquidad; Volved aún á considerar mi justicia en esto. 6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
6:30 ¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir las cosas depravadas?
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