3:1 ¶ Y me dijo otra vez el SEÑOR: Ve, ama una mujer amada de su compañero, y adúltera, como el amor del SEÑOR para con los hijos de Israel; los cuales miran a dioses ajenos, y aman frascos de vino.

3:2 La compré entonces para mí por quince dineros de plata, y un homer y medio de cebada;

3:3 y le dije: Tú estarás para mí muchos días; no fornicarás, ni tomarás otro varón; también estaré yo para ti.

3:4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin Rey, y sin Señor, y sin sacrificio, y sin estatua, y sin efod, y sin terafín.