2:20 Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.
2:21 No desecho la gracia de Dios; porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.